08 enero, 2006

POYAGORDA EL HORNERO

En la muy noble y leal ciudad de Alcaudete.

Permitan «vuesas mercedes» que les cuente el origen de ciertas frases que, en la capital de Jaén, se dicen con mucha asiduidad y gracia.
Cuando alguien quiere manifestar que no está dispuesto a hacer tal o cual cosa, viene en decir “”eso lo va a hacer poyagorda el hornero»; y el interlocutor que lo escucha asevera “sí, el de lo alto Los Caños».
El oyente de tal conversación no deja de asombrarse de semejantes palabras y si recaba de los contertulios la explicación y significado de las mismas, no obtendrá con mucha probabilidad satisfacción de ningún tipo.
Vuesas mercedes han de saber que no ha mucho, en los pueblos andaluces, quien sembraba trigo, tenía que molerlo y lo más natural del mundo era llevarlo a un molino maquilero, molino en el que por la molienda y a la entrega de la harina, deducían del peso del trigo llevado, la cantidad de trigo que se consideraba justiprecio por el trabajo de molerlo, esto es “la maquila” y de ahí el nombre de “molino maquilero”.
Del mismo modo, cuando había que amasar el pan, «las marías» se dirigían a los distintos horneros que por la ciudad había, llevaban en un cesto la harina, para que en el horno amasasen su pan, y pudieran llevar a sus casas las hogazas, que guardadas en una orza, duraban una semana, (nada que ver con las actuales baguettes). A este tipo de horno se le llamaba “horno de pan de poya”.
Pues bien, érase que se era, un hornero muy ladrón, que tenía el horno «en lo alto Los Caños» , y este individuo cobraba «la poya(*) más gorda» , así es que se decía en plan jocoso, cuando se cruzaba uno, con alguna vecina que cargaba su cesto lleno de harina:
“¿ A dónde vas, al hornero de la poya más gorda?»
y la del cesto contestaba entre risas
«Si, si, al de lo alto Los Caños»
Pasó el tiempo, y quiso el pueblo que las frasecitas degenerasen en las del comienzo de este escrito, habiéndose perdido con los años el porqué y la razón de su uso.


(*) «la maquila» del hornero se llama «POYA».

POYA. (Etim.- Del b. Lat. apodixa, deriv. del gr. Apódeixis, demostración, declaración.) f. derecho que se paga en pan o en harina amasada, en el horno común. Horno, pan de POYA..
( del Espasa Tomo 46 pág. 1194.)

No digan palabrotas y pórtense bien, no den lugar a que me den las quejas, ya que luego «menrito y eso da lugar a regañinas.

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