08 enero, 2006

PORQUÉ SENRITA

en la muy noble y leal ciudad de Alcaudete

Permitan "vuesas mercedes" que hable de mi nombre, ya que según me han contado gentes del lugar, polémica hay y ha habido con mi dichoso apellido.
Sepan los lectores de esta misiva que mi padre se llamaba Don Sebastián Meloso, hijosdalgo y boticario que se aposentó en Alcaudete, vencido el 1598; (en esos tiempos yo tenía la edad de 7 añitos).
Procedíamos de la villa de Senras, aldea del municipio de Moeche y que para quien no lo sepa está en tierras gallegas, no muy lejos de "A Coruña".
Mi padre había casado en segundas nupcias con mi madre, Doña Serafina Bolillo de las Endrinas, hija de los posaderos que habían fonda y cobijo en la aldea de Piedrahita de Muñó, perteneciente al municipio de Pinilla de los Moros, tierra burgalesa, donde mi padre la conoció en uno de sus viajes de aprovisionamiento de plantas para su botica.
En aquellos tiempos, el nombre y los apellidos no se usaban como ahora y era norma poner nombre y mote de forma caprichosa y arbitraria.
Una norma que había era las terminaciones en "ez", "asinesque" al hijo de Pero se le ponía de apellido Pérez, al de Domingo, Domínguez, al de Martín, Martínez y así sucesivamente.
También se ponían los apellidos con relación al lugar de nacimiento, este es el caso de mi compadre Josico Noguerones, que siempre que dice como se llama, añade "y tres piedras", para que no le hagan el pareado gracioso.
Dado que mi madre era de Piedrahita y yo nací en Senras, mi padre hizo palabra y apellido, uniendo de aquí y de allá dando por resultado Senrita y no hay mas razón para tal averiguación. Lo de Arcipreste no ha lugar a explicación, ya que en otra ocasión explicaré el porqué y de donde.
Acostumbro a hacer broma y chanza con mi apellido y por eso digo que "menrito" cuando algo me contraría.
Sepan sus señorías que en la botica de mi padre, que estaba en la calle llana, así se llamaba por aquel entonces, me aficioné a la charla y tertulia; arreglábamos el mundo Don Wisiedo el notario, Gumersindo Planelles, justicia de la Santa Hermandad que siempre iba con su jubón de mangas verdes y el cura párroco del Jesús que respondía al nombre de Don Filiberto Azadón.
No quedaba títere con cabeza y en aquellas charlas se encontraba solución a todos los problemas y litigios que se encarasen, "asín queque" no crean "vuesas mercedes" que solo ahora hay controversias y desacuerdos.
Sepan también para zanjar posibles malentendidos que soy cristiano viejo pero tolerante y comprensivo con moriscos y judíos. Fiel sirviente y súbdito de su Majestad el Rey nuestro señor. Devoto de María Santísima del Perpetuo Socorro y del Santísimo Cristo Nazareno. La gente villana no me incomoda, siempre que guarden aseo y compostura y jamás puse la mano encima a ninguna moza, para dañarla o maltratarla, otra cosa es para apaciguar la concupiscencia, que antes de arcipreste soy varón, y todos tenemos nuestras cuitas y penitencias.
Llévome bien con todos, pero no me callo ni debajo de aguas y a veces incomodo cuando canto las verdades del barquero.

Pórtense bien y no den lugar a que me den las quejas, ya que luego "menrito" y eso da lugar a regañinas.

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